La primera semana de 2025

Ojo que hoy va largo. 


Pues el lunes fue día 30 y servidor asistió al partido "Champions for Unicef", que reune a personas conocidas de Andorra, que que se visten de corto y juegan a basquet en el Poliesportiu d'Escaldes con el objetivo de recaudar fondos para Unicef Andorra y con la presencia de Morabanc Bàsquet


He escrito a propósito el verbo 'asistir', y no el de 'participar'; ya lo hice el año pasado y este año he pasado el testigo a otras personas. El hecho de no vestirme de corto me permitió saludar a un gran Albert Celades, andorrano de nacimiento, entrenador y ex futbolista y que está físicamente como siempre, o sea como un pincelín y no como un servidor. Son actos en los que acabas estableciendo conversaciones de un minuto con mucha gente: con el comunicador Gaby Fernández, al que deseo que el año que viene le den una semana de descanso por navidades, la Ministra de Cultura Mònica Bonell, o el president de Morabanc de bàsquet, Gorka Aixàs. Todos muy buena gente. Por cierto, el año que viene habrá que hacer un pensamiento para que el acto tenga más ruido. ¿Algún youtuber se prestará a realizar algún consejo de forma gratuita? 


Llegamos al martes 31. Las uvas. Otro año más. Mi tercera novhevieja en Andorra. Tremendo. Al día siguiente me siento en el sofá para ver el Concierto de año nuevo, desde Viena, sintonizando La 1 de tve. Sé que el miércoles hay un concierto de año nuevo en Ordino. Seguro que está bien y asistiré el año que viene.


Entre "El danubio azul", compuesto en 1866 por Johan Strauss -hijo- y "La marcha Radetzky" en la que aplaudimos todos mi sofá vuelve a ser, un año más, un mar de lágrimas. Ignoro si la emotividad proviene de la incertidumbre del inicio del año que nos espera... 


Puede que las lágrimas me vengan por el hambre que me entra, porque a las horas en las que suenan ambas piezas, el estomago se manifiesta con mucha vehemencia...

 

Puede que exista una neurona (quizás la única que me quede) que me conecte esta música con mi padre, con quien miraba el concierto cada año en otra casa, en otra ciudad, en otro país... y que hace cuatro días que no está físicamente. Bien, en realidad no son cuatro días, sino que en este 2025 cumpliremos 48 años sin vernos, aunque sólo presencialmente. 


Ya os he explicado alguna vez que una gran fotografía de ambos en la grada de Sarrià da la bienvenida a mi casa. Cada día hablamos y ante cualquier duda que me asalta siempre le pregunto: "¿Tú qué harías, papa?". El cerebro sigue siendo una máquina impresionante y nos quedan lustros para acabar de descubrirlo. No tengáis vergüenza en expresar vuestras emociones en público. En serio. Feliz 2025 y Viva Strauss.


¡¡Cómo pasa el tiempo!!  Recibiendo y enviando, como todos, christmas digitales a quien toca, aunque suele pasar (este año también) que una vez acabadas las fiestas siempre te sale un "¡hostia, no!" como señal de que se me ha olvidado a alguien enviarle un mensaje. Todo llegará, aunque sea tarde, porque por Andorra tenemos el país a reventar, caminamos como hormigas en la principal zona comercial situada entre Escaldes Engordany y Andorra la Vella. Es lo que hay cuando habitas en un país turístico. 


Es tal el gentío que cuando el jueves por la noche llego a casa pensar que tengo que aparcer en breve por Sant Julià, La Massana, Encamp, Canillo y Ordino. Lo llamaré auto homenaje y lo haré en breve y a media mañana, que con estos fríos no me atrevo a coger la moto a otra hora del día. En todo caso y como residente, siempre tengo la posibilidad de tomar en bus de manera gratuita. Cosas de vivir en Andorra. 


Ahora va de artistas, porque me llama por teléfono el gran guitarrista (repito: el gran guitarrista) Manuel Alonso, un mexicano afincado en Andorra desde hace 14 años porque está promocionando el Andorra Guitart Fest, un festival de guitarra que tendrá lugar en el mes de febrero. 


Y de un crack a otro, porque el viernes por la mañana que quedado con el gran artista Juli Barrero para tomar un café. Juli ha bajado desde La Massana y está feliz como una perdiz, con sus proyectos, con sus ideas y la calificación profesional a la que ha colocado a su nuevo trabajo la pretigiosa revista Enderrock, que algo saben de esto. Nuestro encuentro genera una llamada telefónica y, quien sabe, si un próximo movimiento. 


Estoy acabando un proyecto a cerca una de mis pasiones: la digitalización y posterior exposición de mis archivos de hemeroteca, cromos históricos y de fonoteca sobre archivos de emisoras de radio. Ya hace años que almaceno y estos días, en los que he tenido más o menos una semana libre, he avanzado mucho. Es tan bestia el proyecto que os lo explicaré otro día. Al final, de nada sirve un archivo si no se comparte. Y la preservación de los mismos es una buena noticia para quienes deseen disfrutarlos en un futuro. 


En cuatro días no nos daremos cuenta y veremos que cada día anochece un poquito más tarde. Seguiremos tapados hasta las cejas, escucharemos la palabra primavera y comenzarán las primeras alergias. Algún influencer hablará ya de "ganas de playita" mientras todavía llevamos la bufanda y una buena amiga me pedirá consejo porque "al final, Sergi, me he separado". Cada año se me pasa por la cabeza montar una oficina de atención a la pareja, aunque le acabaré pasando mis contactos a la buena de Arantxa Coca


En fin, que en 2025 en Andorra le seguiremos dando vueltas al tema europeo (mucho tienen que cambiar los argumentos para que alguien cambie de bando, peró he ahí el esfuerzo y el diálogo) y por Barcelona, ojalá que no, volverán los fantasmas de la sequía.  


Y la vida continuará... Hablando de vida, qué feliz me siento cuando hablo por teléfono con mis tres hijos. Aunque sea un minuto. No se si ellos son conscientes pero escucharles la voz o hacer una video llamada, por corta que sea, me dan la vida. COmo me la dio Manolita durante 14 años. El señor facebook me ha recordado que la foto que acompaña este texto el día 30 cumplió 9 años. ¡Joder!


Al final, creo que resulta mejor no esperar a que tengamos todo para disfrutar de la vida, y que lo mejor es tener la vida para disfrutar lo que tengamos. Pues mire, en total, unos 60 tacos. ¿Me los envuelve para regalo?